Gracias Dios por permitirme VIVIR

jueves, 10 de febrero de 2011

Redondillas

Hombres necios que acusáis

a la mujer sin razón,

sin ver que sois la ocasión

de lo mismo que culpáis.

Si con ansia sin igual

solicitáis su desdén.

¡Por qué queréis que obren bien,

si las incitáis al mal!

Parecer quiere el denuedo,

de vuestro parecer loco,

al niño que pone el coco,

y luego le tiene miedo.

Queréis con presunción necia

hallar a la que buscáis,

para pretendida.

¿Qué honor puede ser más raro

que el que falto de consejo,

él mismo empaña el espejo

y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén

tenéis condición igual,

quejándoos si os tratan mal,

burlándoos si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,

pues la que más se recata,

si no os admite es ingrata,

y si os admite es liviana.

Siempre tan necio andáis,

que con desigual nivel,

a una culpáis por cruel

y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada

la que vuestro amor pretende,

si la que es ingrata ofende,

y la que es fácil enfada?

Dan vuestras amantes penas

a sus libertades alas,

y después de hacerlas malas

las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido

es una pasión errada,

la que cae de rogada

o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,

aunque cualquiera mal haga,

la que peca por la paga

o el que paga por pecar?

Pues, para qué os espantáis

de la culpa que tenéis

queredlas cuál las hacéis

o hacedlas cuál las buscáis.

Sor Juana Ines de la Cruz

No hay comentarios:

Karin Margarita

Me